¿Y los pájaros? Sí, los pájaros…
- ¿Y los pájaros? Sí, los pájaros... - me preguntó la propietaria del edificio ubicado en la Rambla de Poblenou (Barcelona) tomando un té. No conseguía entender la pregunta.
- Los pájaros, sí – prosiguió – cada mañana los sentía cantar. Anidaban en los agujeros [ventilaciones] de la cubierta que tenía el edificio.
¡Claro! Era evidente. Aunque la actuación arquitectónica que estábamos realizando cumplía todas y cada una de las normativas y usaba materiales respetuosos con el medio ambiente, nos habíamos olvidado de las golondrinas, una de las especies animales vertebradas que acostumbra a vivir en los núcleos urbanos.
Para solventar esta situación, contactamos con el ahora Departamento de Territorio y Sostenibilidad de la Generalitat de Cataluña. Reunida la información técnica y normativa, optamos por diseñar, construir y colocar unos nidos que permitieran que los pájaros puedieran volvieran a ocupar la azotea del edificio y con ello contribuir a la biodiversidad de la Rambla del Poblenou y de la ciudad.
Apostar por la biodiversidad en las ciudades
La arquitectura urbana tradicional ha favorecido de forma casual la biodiversidad porque disponía de una gran cantidad de cavidades en tejados o por orificios de ventilación donde para nidificar. Con el desarrollo de nuevos materiales de aislamiento térmico y láminas impermeabilizantes, las nuevas construcciones prescinden de estas cámaras de ventilación y el resultado es que las aves ya no encuentran estos refugios.
En España, además, la presencia de aves protegidas en edificios está regulada por el Decreto legislativo 2/2008, de 15 de abril, por el cual se aprueba el texto refundido de la Ley de protección de los animales, por la Ley 42/2007, de 13 de diciembre, del patrimonio natural y de la biodiversidad y por el artículo 334 del Código Penal. Este texto indica que no se puede llevar a cabo ninguna intervención que pueda afectar ni destruir ningún lugar de anidación o refugio.
Sea por conciencia ambiental o por normativa, los arquitectos debemos comprometernos con la preservación de la biodiversidad de la ciudad, muy ausente en muchas ciudades por su densidad. Nuestra contribución puede ir desde construir pequeños hábitats para estas especies de animales, hasta proyectar cubiertas verdes sobre las azoteas de los edificios existentes o de nueva construcción.
Estamos todos de acuerdo en que el mantenimiento de la biodiversidad en las ciudades es beneficioso para la calidad de vida de sus habitantes, y lo es tanto desde el punto de vista ambiental, como sociocultural.
- ¿Y los pájaros? Sí, los pájaros... - me preguntó la propietaria del edificio ubicado en la Rambla de Poblenou (Barcelona) tomando un té. No conseguía entender la pregunta.
- Los pájaros, sí – prosiguió – cada mañana los sentía cantar. Anidaban en los agujeros [ventilaciones] de la cubierta que tenía el edificio.
¡Claro! Era evidente. Aunque la actuación arquitectónica que estábamos realizando cumplía todas y cada una de las normativas y usaba materiales respetuosos con el medio ambiente, nos habíamos olvidado de las golondrinas, una de las especies animales vertebradas que acostumbra a vivir en los núcleos urbanos.
Para solventar esta situación, contactamos con el ahora Departamento de Territorio y Sostenibilidad de la Generalitat de Cataluña. Reunida la información técnica y normativa, optamos por diseñar, construir y colocar unos nidos que permitieran que los pájaros puedieran volvieran a ocupar la azotea del edificio y con ello contribuir a la biodiversidad de la Rambla del Poblenou y de la ciudad.
Apostar por la biodiversidad en las ciudades
La arquitectura urbana tradicional ha favorecido de forma casual la biodiversidad porque disponía de una gran cantidad de cavidades en tejados o por orificios de ventilación donde para nidificar. Con el desarrollo de nuevos materiales de aislamiento térmico y láminas impermeabilizantes, las nuevas construcciones prescinden de estas cámaras de ventilación y el resultado es que las aves ya no encuentran estos refugios.
En España, además, la presencia de aves protegidas en edificios está regulada por el Decreto legislativo 2/2008, de 15 de abril, por el cual se aprueba el texto refundido de la Ley de protección de los animales, por la Ley 42/2007, de 13 de diciembre, del patrimonio natural y de la biodiversidad y por el artículo 334 del Código Penal. Este texto indica que no se puede llevar a cabo ninguna intervención que pueda afectar ni destruir ningún lugar de anidación o refugio.
Sea por conciencia ambiental o por normativa, los arquitectos debemos comprometernos con la preservación de la biodiversidad de la ciudad, muy ausente en muchas ciudades por su densidad. Nuestra contribución puede ir desde construir pequeños hábitats para estas especies de animales, hasta proyectar cubiertas verdes sobre las azoteas de los edificios existentes o de nueva construcción.
Estamos todos de acuerdo en que el mantenimiento de la biodiversidad en las ciudades es beneficioso para la calidad de vida de sus habitantes, y lo es tanto desde el punto de vista ambiental, como sociocultural.